Aquis Querquennis era la tercera de las mansiones de la Via Nova a partir de Bracara y, junto con Bergidum (Cacabelos) ,una de las aglomeraciones urbanas que llegó alcanzar un mayor desarrollo urbanístico, convirtiéndose durante el siglo II en la verdadera capital de los Quarquernos, si se tiene en cuenta la mención de Ptolomeo quien, como ya se ha insinuado, considera a este núcleo urbano como polis (ciudad).
Por otra parte, la referencia del Itinerario de Antonino atribuyéndole una distancia desde Braga de 53 millas se ha visto corroborada, desde hace más de un cuarto de siglo, con la aparición de un gran miliario en las inmediaciones de las termas, confirmando con el texto inciso sobre su superficie la cifra del itinerario, por otra parte tradicionalmente transmitida como cierta.
Sin embargo, y salvo noticias sueltas de hallazgos diversos en superficie cerca del área de las surgencias termales, conocemos poco todavía acerca de este establecimiento civil, puesto que, en comparación con el campamento, es poco todavía lo que en la mansión viaria se ha excavado. Se intentó en su día en el área de las surgencias termales, pero resultó imposible debido a la casi inmediata aparición del nivel freático.
Lo fue repetido en 1985 a la vera de la antigua carretera de Ourense-A Magdalena, al lado de la desaparecida casa rectoral de O Baño; y aunque la excavación prometía, el cuadro allí trazado quedó inconcluso y a la espera de que, en un próximo futuro, pueda fijarse en él la atención de los responsables de la investigación arqueológica.
En donde, sin embargo, se efectuaron trabajos de indudable envergadura fue en el sector más cercano al campamento, a media distancia entre éste y las surgencias termales y en una zona de ladera que buza hacia NE.
Las estructuras aquí descubiertas, conservadas en algunos sectores hasta 125 centímetros de altura, corresponden a tres tipos de edificaciones: un patio murado con su cisterna central, al sur; un gran corralón con el techo apoyado, en una primera fase , sobre gruesos pilastrones graníticos , provisto de horno panificador en la esquina SW ; y, en la segunda, con diversas estancias de una edificación más cuidada, percibiéndose en su suelo todavía canales, hogares de buena fábrica, así como una gran entrada de puerta doble a la que se accedería mediante escalera exterior desde la vía contigua oriental, si se atiende al desnivel existente en el lugar.Sigue a la puerta, hacia el interior, un zaguán enlosado con bloques graníticos, que hace de distribuidor para el corralón, magníficamente drenado, así como para la vivienda propiamente dicha.Se advierten, además, dos particularidades en el conjunto.La primera, que existe un primitivo nivel habitacional, a SE, posteriormente arrasado por las nuevas edificaciones, y la segunda que el primitivo corralón vió reducida su superficie por la invasión de estancias desde el área habitable, sin duda necesarias para el desarrollo de la actividad creciente del establecimiento.
De todas formas, es mucho todavía lo que falta por excavar y no nos atrevemos a emitir hipótesis fiables sobre la función específica de estas construcciones.Ahora bien, nuestra primera impresión es la de que se trataría de un edificio hostelero, llámese como se quiera, en consonancia con la función primordial de la mansión viaria misma. Sólo añadir que en la inmediata y antigua iglesia de O Baño fue hallada en el siglo XIX una lápida paleocristiana, datada a mediados del siglo VI, que alude a un muchacho de 17 años allí enterrado llamado Alepio. Por otra parte, la documentación altomedieval habla de la existencia de dos basílicas semiderruídas en el lugar, una de ellas dedicada a Santa Martín y otra a San Juan Bautista. En opinión de Pierre David, cuando se da una combinación de este estilo podría suponerse la existencia de una parochia suévica, que nosotros vemos viable identificar con la de Cerecis, corrupción de Cercenis ,según también es conocida, perteneciente en la época Suevo-Visigótica a la diócesis bracarense, atribución que el Parochiale Suevicum , asimismo, vendría a sugerir.
Y no podemos rematar esta descripción sin aludir a los cimientos de un edificio existente extramuros del campamento, pero tan sólo a unos treinta metros de distancia del ángulo noreste de aquél en dirección a las termas.No hemos podido, hasta ahora, determinar su función aunque barruntamos que se trataría de una dependencia utilizada por los soldados en sus viajes lúdicos a las termas, casi inmediatas al campamento.